Los meones y el alcohol...

¿Nunca os habéis preguntado por qué cuando bebéis alcohol os entran muchas más ganas de mear que si fuera tan solo agua? ¿y cuál es el motivo de que al día siguiente tengas tanta “sed de resaca”?

Como ya dije ayer, la explicación es muy sencilla. Existe una hormona llamada ADH, cuyo nombre completo es hormona antidiurética (diurética de diuresis, orina). Dicha hormona actúa a nivel del riñón, reabsorbiendo agua cuando es necesario. O sea, que tú te comes una bolsa de pipas saladas y se crea un aumento de concentración de electrolitos (cloro y sodio), estando la sangre así más concentrada. Ese aumento lo detecta el hipotálamo, que es una glándula que existe en nuestro cerebro, y envía información para que la hipófisis (otra glándula que está en continua comunicación con la anterior) secrete la ADH, y ésta actúe a nivel renal reabsorbiendo agua, para que, mediante esto y la sensación de sed con la consiguiente ingestión de agua, compensen el aumento de osmoralidad producido por la sal.

Dicho esto, dado que el alcohol afecta a nuestro cerebro, ocurre un algo no deseado al ingerirlo, ya que inhibe a la ADH (en parte, no vayáis a pensar ahora que si os tomais 5 cubatas los mearéis integros, porque entonces no se cogerian pelotazos…) por lo que ésta deja pasar más liquido de lo que realmente debería hacer.

Y tras esa noche meándonos llegamos al día siguiente, donde tenemos tela de sed, ya que el dia del ciego expulsamos mucho más liquido del que debieramos, por lo que tenemos que compensar ese aumento de concentración sanguínea bebiendo mucha sed…

JJ